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La mejor y única forma de ser competitivos en el País, bajo el principio de la legalidad es el poder preservar la estabilidad en las Zonas Francas; por ello pedimos e instamos a toda la artillería gubernamental a sostener y prevalecer este modelo de desarrollo. Bajo estos nuevos lineamientos, a partir del 2007 el régimen franco ha mostrado un crecimiento importante hoy somos 19 Departamentos del País quienes han desarrollado la apuesta en materia de empleo.
Las zonas francas han sido claves para la formalización y generación de empleos a largo plazo y en alianzas con las Universidades están desarrollando programas universitarios dentro de estos territorios para promover la formación del recurso humano. Hoy día se cuenta con 979 nuevas empresas de las cuales el 87% son industrias de bienes y de servicios, dedicados a labores de producción de bienes y prestación de servicios y el 13% son usuarios comerciales enfocados únicamente a actividades de almacenamiento.
El 91% de las industrias que operan en las zonas francas corresponden a pequeñas y medianas empresas y el 9% están clasificadas como grandes empresas. El 72% de las empresas de zonas francas son 100% de inversión nacional, el 20% corresponde a inversión extranjera y el 8% a inversión mixta. La inversión acumulada de las Zonas Francas Permanentes y Especiales a junio del 2018 es de $ 44,23 billones y si se suma la inversión de los Usuarios Industriales y Comerciales, este valor se incrementa en $ 9 billones, para un total de inversión de $53,23 billones en un período de 15 años.
Si tenemos en cuenta que el compromiso de inversión de las zonas francas era de $ 15,25 billones, vemos que la inversión ha llegado al 350%, demostrando el potencial de atracción de inversión que tiene el instrumento. Los 39 parques ocupan un área de 24,09 millones de metros cuadrados, pero el 44% de ese terreno (10,18 millones de metros cuadrados), están improductivos.
Este desinterés de invertir en el régimen franco se debe, entre otros factores, a los continuos mensajes de cambio en las reglas de juego promovidas por el gobierno, a la creación de nuevas figuras que desvían las intenciones de inversión, como por ejemplo las ZOMAC, los Centros de Distribución Internacional; situaciones que al final hacen cada vez más difícil la labor de promoción del instrumento entre los inversionistas nacionales y extranjeros.
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